Ya no era una niña, estaba hecha una jovencita, con el cuerpo desarrollado – llego mi menstruación – oh menstruación – recuerdo ese día – yo asustada, pensé que por jugar mucho me habría raspado o hecho alguna herida en mis “partecitas” fui por un espejo y puse a revisarme, de donde salía sangre, donde me habría golpeado, pensé que me estaba muriendo, se me vino a la mente que mi mamá me iba a golpear o castigar si se enteraba – entonces – lo único que paso por mi mente fue lavarme y esperar que pase – cogí un paño pequeño y cubrirme esa zona hasta que deje de sangrar- tenía pensado contarle a mamá total ella me iba a tener que curar cuando me di cuenta ya había parado, entonces no era necesario contar nada.