Menuda tarde de espantos, oírte decir que la amas, callada exigiendo con la mirada que alzarás la voz y grites tu amor. No es capricho, no es presión el querer que lo digas ya. Pasa el tiempo y las palabras no necesitan oírse más, pues tu mirada expresa el sentimiento que quieres negar. Pasan las horas, el frío no se siente, el calor de los cuerpos obliga a destapar la desnudez de tu ser, buscas su boca, con los ojos cerrados grabas en tu mente el camino de su piel, tu olfato percibe su aroma. Deseas que el tiempo no siga que todo permanezca igual, pero las horas pasan y te debes marchar. Triste tu partida, deseas volver -mañana será tarde- está noche murió. - porque no hable - Te torturas por callarlo, quebrado hubieras dicho y ya... Ella murió, pero tarde revelaste tu amor. Ella partió, pero recuerda que también amo. Ella no volverá. - quisiera ir donde ella está. Ella no me escuchó. - Ella tuvo tu amor. El, no fue el mismo, el murió con ella. Su alm