Cad a vez que terminamos una relación, siempre sentimos que nos sacamos un peso de encima, pero muchas veces es solo la carita bonita que todos quieren ver, al escuchar... “por fin”¡¡¡ me libre de él, después de tantas idas y vueltas... (desde el punto de vista femenino). (porque si es por lo masculino es otra historia) Esperamos decir ya basta, no me pregunten, pero es en serio difícil, reiniciar cuando le damos por enésima vez terminada una relación toxica. En mis relaciones – al menos las que han sido serias – he tenido diversos reinicios, uno que otro más dramático; pero siempre salí a flote; ¿después de habitar en el fondo, cubierta de rocas … afirmando nunca más, ya no quiero, este es la última, nunca volveré a confiar, o como muchas veces me sorprendí a mí misma… bien terminé, no sentí nada? que raro, tengo corazón, o ya en serio, aprendí mi lección, porque ni me dolió decirle adiós a este último. En las pocas relaciones que he tenido… vuelvo a recalcar, las que han s
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