Desesperadamente me dicen que donde estoy buscando el amor;
que debajo de una piedra, entre risas falsas, un trago de cortesía, una invitación
a caminar, correr, un chifita o alguito más.
No es difícil, tener con quien salir – me dicen muchos
- que las invitaciones me deben llegar a
montones, que un fin de semana donde me encontraría, que con un sugar o un colágeno,
a disposición. Si supieran que no todo es cómo piensan.
Que mis noches son frías, acepto conversaciones sin sentido,
sin una historia o aunque sea un drama, que los fines de semana, espero una invitación
que me haga perder hasta la calma, o terminar como aquellos chistes de callejón,
donde llegas con el calzón en la mano.
Pero nada de eso es como lo pintan. Mis noches son eternas,
escuchando las risas de la juventud, la música a lo lejos, viendo los estados de quienes se toman un
trago, una foto coloquial con amigos… y esta simple mortal sola en casa, viendo
películas repetidas; ya que nadie se atrevió a invitarme a salir, o luego de haber
rechazado a quien no cumplía ciertos requisitos para poder aceptar su
invitación. Y luego quejándome, el porque me quede o no acepte.
ya son incontables las veces las que he cancelado,
inventando una excusa absurda, para no salir, incluso quedando como novia de
pueblo vestida y alborotada.
De estas citas canceladas, incluso
algunas comprendieron y otras hasta me bautizaron con nuevos insultos.. desde
odiosa (lo que si es verdad) hasta amargada. Pero ellos no entienden que mi
gran error o como quieran llamarlo suelo “AUTOSABOTEARME”, porque en algún momento
de mi sociable vida, un inmaduro me arruino dejando secuelas y agregando a mi
baja estima, inseguridades difíciles de superar.
Pero bueno no todo el tiempo es así, como dicen, no hay mal
que dure 100 años.. y bueno este cuerpo no resistiría tanto tampoco. En mis días
buenos. Mando a la mierda el todo y disfruto.
Pero como todo, la actuación tiene que continuar, SE SIGUE,
nos secamos las lágrimas, nos sonamos los mocos, nos peinamos las pestañas
(porque cuestan caro) y seguimos, un labial
dibuja y resalta mi sonrisa bien puesta pero sin energía, para brillar, y ver
que escena de libro de mi vida, me toca esta semana.
Este cuerpo carnoso, exuberante, lanza su ritmo al son de la
música que le toca bailar, no siempre con ritmo, pero baila a final.
Saliendo y tratar de no levantarse una nueva huevada.
Bienvenidos mis años, bien
vividos, pero en esta etapa, que quiero, que necesito o que me pueden dar.
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